lunes, 25 de noviembre de 2013

> Una noble causa






El pasado viernes día 22 de Noviembre acudimos a la cena solidaria que organizó la Fundación La Caridad con motivo de su 115 aniversario. La invitación nos llegó por mediación de nuestro amigo Gonzalo Aguado, presidente de la Asociación Cultural Los Sitios, consolidada y reconocida figura en materia histórico-cultural, y quien sabe si tal vez en un futuro no muy lejano también en lo político, de la ciudad de Zaragoza. El acto se celebró en el Espacio Ebro del Parque del Agua, y contó con la presencia de más de 200 asistentes. 


Saludando al Presidente de la Asociación Los Sitios


A los saludos iniciales siguió el tradicional posado en el photocall para inmortalizar el evento. Una vez ubicados en nuestra mesa previamente asignada (excelente organización) prestamos la atención debida a los habituales discursos de presentación y agradecimientos, cuya brevedad destacamos y elogiamos. Tras ellos se proyectó un video-spot acerca de la abnegada labor de La Caridad y se hizo entrega de unos galardones a varias personalidades vinculadas de una u otra forma a la Fundación.

Sin más preámbulos pasamos a disfrutar de la cena: entrantes fritos, lasaña de langostinos y redondo de ternasco, todo ello regado con vinos de la bodega Viñas del Vero (DO. Somontano). Como solemos hacer siempre, declinamos probar el blanco Chardonnay y prestamos más atención al tinto Crianza 2009. Tal y como es habitual en estos eventos, la conversación fue animada y fluida, especialmente en el sector femenino, y resultó muy enriquecedor conversar con otro de los asistentes acerca de sus experiencias enoturísticas en Ribera del Duero, de las cuales tomamos nota para futuras escapadas.


Viñas del Vero Crianza 2009


El Crianza 2009 de Viñas del Vero se presentó en botella bordelesa con cápsula roja, etiqueta clásica sobre fondo blanco, el logo de la bodega en la parte superior derecha y la palabra "crianza" como escrita a mano en color rojo en la parte inferior, un detalle este último que nos hizo acordarnos del CVNE Crianza. Visualmente el Viñas del Vero Crianza 2009 tiene un bonito color rojo cereza de capa media-alta con ribete granate. En nariz se revela un predominio de frutas rojas y negras, con sutiles toques amaderados. En boca es fresco y con la acidez justa, característica propia del Tempranillo, pero sorprende un poco la cantidad de taninos, más intensos de lo esperado, tal vez vinculados a la Cabernet Sauvignon, que a nuestro parecer llaman en exceso la atención, sobre todo en la primera copa. Los sabores frutales se acompañan de algún tostado muy correcto, sobre todo en el postgusto medio, y matices de especias blancas, especialmente la pimienta, que nos recuerda a nuestro vino favorito de la DO Somontano, el Enate Cabernet-Merlot, vino que tenemos por costumbre pedir en formato de 500cl, presentación poco habitual en la mayoría de bodegas oscenses.

Durante los postres se realizó la entrega de unos lotes premiados en el sorteo, dos de los cuales recayeron en nuestra mesa. El primero de ellos, por inesperado, casi provoca un infarto a la agraciada, distraída y absorta en sus conversaciones como estaba. Hay que estar un poquito más atentos en estas situaciones. Un segundo regalo fue a parar a manos de nuestro compañero "riberista", al que felicitamos efusivamente no sin cierta envidia. A continuación llegó el espectáculo: un número de danza, un mago, un monologuista y un grupo musical pusieron el broche final a una velada muy agradable, en inmejorable compañía y por una buena causa. 

¿Se puede pedir más?

Por supuesto que sí... 

¡Repetirlo más a menudo!



                                                   

                                                   
 
                                                   

                                                   


miércoles, 20 de noviembre de 2013

> Trio de crianzas de Rioja Alavesa





FOS Crianza 2009

Ubicadas en Elciego, Bodegas FOS son propiedad de Vicente Boluda, empresario valenciano y expresidente del Real Madrid. Siempre empleando variedades autóctonas, producen un vino blanco, un crianza, un reserva y un vino de autor llamado FOS Baranda.

Nuestra primera incursión en este trío de crianzas de Rioja Alavesa se nos presenta visualmente con un color rojo picota intenso de capa media y ribete violáceo. Aromas a frutas rojas y madera nueva. Muy fresco y ligero. Notas de pimienta y florales. Excelentemente balanceado. Postgusto medio. A mitad de camino entre un tinto joven y un crianza. Muy agradable de principio a fin de la botella. Correcto maridaje con carne y pescado.

FOS Crianza 2009


Díez-Caballero Crianza 2009

Situadas en Elciego, Bodegas Díez-Caballero son una empresa familiar, que elabora sus vinos (todos tintos) exclusivamente con uva de la variedad Tempranillo procedente de viñedos propios. No tienen el volumen productivo de otras bodegas pero abogan decididamente por dos aspectos: la calidad y la elaboración cuidada de sus vinos.

Producen un crianza, un reserva y un vino de autor llamado Victoria, un nombre de profunda raigambre en la familia y que representa el tesón y la férrea voluntad de sus miembros de seguir haciendo las cosas bien.

Su crianza nos saluda desde la copa con un rojo picota de capa media con ribete granate. Nariz rica en frutas rojas y maderas suaves con algún tostado. En boca es redondo, con predominio de la fruta sobre la crianza, aunque ésta se deja notar en algunos lácticos. Baja acidez. Taninos muy amalgamados, nada astringentes. Postgusto medio, correcto para un crianza. Estupendo recién abierto, disminuyendo algo esta sensación en el último tercio de la botella. Maridaje ideal con embutidos, quesos y carnes.

Diez-Caballero Crianza 2009


Gómez de Segura Crianza 2009

Bodega familiar ubicada en Laguardia. Utiliza exclusivamente uva de la variedad Tempranillo, con la excepción lógica de su vino blanco, el cual se elabora con Viura, otra variedad autóctona riojana. Cuentan con 50 hectáreas de viñedo propio. Como muchas otras en Rioja Alavesa, son una empresa que pasó de ser viticultora a convertirse en bodega, elaborando sus propios vinos y vendiéndolos inicialmente a otras bodegas, para pasar años más tarde a comercializar sus caldos con su propio nombre.

Producen además del blanco ya mencionado, un rosado, un tinto joven, un crianza, un reserva y un vino de autor (vendimia seleccionada).

El crianza que nos ocupa tiene un color rojo cereza de capa media. Limpísimo, traslúcido y ligero. Muy frutal y fresco. Madera tenue y elegante, que acompaña sin incomodar. Leve acidez agradable, indicativa de un vino muy vivo, casi adolescente. Taninos escasos e integrados. Bueno y amable en su conjunto. Postgusto breve. Maridaje muy libre, factible probablemente con cualquier plato.

Gómez de Segura Crianza 2009

En líneas generales puede decirse que los tres son vinos confortables, sencillos de beber, jugosos y frescos. Excelentes representantes de los crianzas de Rioja Alavesa. En resumen, tres magníficos ejemplos de las buenas prácticas vitivinícolas de esta privilegiada zona geográfica. Tres elecciones más que acertadas, que pueden servir como acompañamiento  a infinidad de aperitivos, entrantes, platos principales, tanto de carne como de pescado.

Los crianzas de Rioja Alavesa, siempre son una jugada ganadora.






NOTA: 
La imagen de cierre corresponde a una botella de Poker de Tempranillos, vino de la Tierra de Castilla elaborado mediante un coupage de 4 clones de uvas: Tempranillo, Tinta del país, Tinta de Toro y Cencibel.



viernes, 15 de noviembre de 2013

> El duelo de los Robles



Contraetiquetas DOC Rioja. Fuente: Web del Consejo Regulador


La DOC La Rioja ha sido la locomotora que ha tirado del tren del vino en este país, al menos en el pasado, y su consejo regulador decidió hace mucho tiempo establecer una clasificación de los vinos tintos en función de su periodo de crianza en barrica: 
  • Jóvenes: sin crianza en barrica.
  • Crianzas: mínimo 12 meses en barrica.
  • Reservas: mínimo 12 meses en barrica y 24 en botella.
  • Grandes Reservas: mínimo 24 meses en barrica y 36 en botella.
En el caso de los vinos blancos estos periodos de tiempo son distintos y para no complicar el asunto, no los trataremos en esta ocasión.

Esta clasificación ha sido seguida en muchas otras Denominaciones de Origen. Sin embargo, de unos años a esta parte, quizás por motivos comerciales o por preferencias del consumidor, se ha ido introduciendo una categoría nueva (evidentemente no en Rioja, donde se mantiene a capa y espada la clasificación en jóvenes-crianzas-reservas-grandes reservas) categoría que poco a poco va ocupando su posición en el mercado. Hablamos de los Robles, vinos tintos que se encuentran a medio camino entre los jóvenes y los crianzas. La primera denominación de origen en introducir la categoría Roble fue Ribera del Duero, pero a ella no han tardado en sumarse otras como la aragonesa Cariñena y alguna otra catalana.

Robles de Ribera del Duero

En líneas generales son vinos más fáciles de beber, con un claro predominio de la fruta sobre las notas de crianza, algo lógico si se tiene en cuenta que su paso por barrica oscila entre los 3 y los 8 meses. Resultan más interesantes que los jóvenes, igual de frescos y pujantes, pues ese breve periodo de madera les aporta ahumados y tostados en moderada cantidad, pero sin enmascarar su indudable contenido en fruta. Habitualmente son muy de nuestro agrado. Además son más sencillos de maridar casi con cualquier plato y evitan esa incómoda opinión que en algunas ocasiones nos ha venido a la mente: "para esta comida, es demasiado este vino..." 

Como no todo iban a ser ventajas, los Robles (también llamados "semicrianzas") tienen una horquilla de consumo óptimo similar a los jóvenes, poco más de 12-18 meses, y no resisten bien guardas prolongadas, pero es que tampoco están pensados para ello. Particularmente nos recuerdan a algunos crianzas riojanos muy "frutales" si se nos permite la expresión (los de CVNE y FOS, por ejemplo). A propósito del CVNE Crianza 2010, aunque sea apartarnos un poco del tema, estamos a la espera de recibir unas botellas. En cuanto sea posible publicaremos un monográfico sobre esta bodega, algunos de cuyos vinos son sin duda nuestros preferidos.

A continuación haremos una comparativa entre dos de estos Robles, ambos de Ribera del Duero: Protos Roble 2010 y Señorío del Cid Roble 2011.


Jacobo, muy agradecido

Protos Roble 2010

Un paciente agradecido (más bien sus propietarios) nos hizo llegar la primera botella de Protos Roble 2010 que probamos hace aproximadamente un año. Las sensaciones no pudieron ser mejores: precioso color picota con ribete malva, lágrima abundante muy densa y pigmentada, explosión de frutas rojas en nariz, sedoso y suave en boca, integrado, redondo... Riquísimo. Animados por aquella primera botella y sus deliciosos recuerdos, nos hicimos con algunas otras, a buen precio además, y nos dispusimos a repetir aquellas sensaciones. La segunda botella nos decepcionó ligeramente: más escueto en nariz, menos ensamblados los sabores en boca, más corto en postgusto. El vino estaba bueno, pero no "tan bueno" como el primero. Con la tercera botella rememoramos nuestros gratos recuerdos de la primera, recuperamos sensaciones placenteras... y descubrimos un detalle: las botellas 1 y 3 pertenecían al mismo lote, no así las 2 y 4. La cuarta botella confirmó nuestras fundadas sospechas negativas, aunque en su descargo debemos admitir que la probamos casi un año después, quizás al límite de su consumo óptimo.


Protos Roble 2010
Insistimos: se trata de un buen vino, con una satisfactoria relación calidad-precio, pero nos desconcierta esta falta de homogeneidad entre lotes. No es admisible que comprar una botella de este vino sea poco más o menos como jugar a la lotería. 

Recientemente ha salido al mercado el de la añada 2011 y aún no hemos tenido oportunidad de probarlo. Deseamos que estos vaivenes organolépticos hayan sido corregidos y que la totalidad de la producción siga los mismos cánones sensoriales. Ayudará a que obtenga un éxito aún mayor que el que goza en la actualidad, pues es sin duda el Roble de Ribera del Duero más vendido. No es posible hablar de Ribera del Duero sin hacer mención a las vallisoletanas Bodegas Protos (Peñafiel).



Señorío del Cid Roble 2011

Señorío del Cid Roble 2011

Elaborado por Bodegas Osborne bajo la denominación de origen Ribera del Duero con uva Tinta del País procede de viñedos localizados en Fuentecén (Burgos). Lo adquirimos sin embargo en nuestra reciente visita a la casa matriz de Osborne en El Puerto de Santa María (Cádiz). Allí también compramos una botella de otro vino llamado Solaz Coupage elaborado por Osborne como Vino de la Tierra de Castilla en Malpica de Tajo (Toledo) del cual no hemos escrito todavía nada y nos tememos que no lo haremos jamás. Quien tenga la inquietud de conocer nuestra opinión acerca de este último vino, puede ponerse en contacto con el administrador del blog. Intentaremos ser benevolentes en la respuesta.

Regresemos al Señorío del Cid Roble 2011.

De color rojo cereza con ribete granate, muy limpio, con abundante lágrima algo pigmentada, muy glicérico. Visualmente bonito. Nariz rica en fruta (roja y negra) con nociones de regaliz y madera nueva, tal vez demasiada para ser un Roble. Muy agradable y prometedor. ¿Y en fase gustativa...? En boca inicialmente llama la atención su carnosidad, nos recuerda a aquella primera botella de Protos 2010, pero afinando las papilas, se revelan diferencias notables: es sedoso pero no redondo, la astringencia es correcta pero la acidez es marcada, excesiva a nuestro parecer. El postgusto es moderadamente persistente en el tiempo, lo cual siempre se agradece.

Según nuestro criterio, algo tienen los tintos de Osborne que no acaba de gustarnos, especialmente en boca, incluso a pesar de que este Señorío del Cid Roble 2011 mejoró algo en la segunda mitad de la botella. Después de haber probado 4 vinos diferentes, de distintas añadas y con envejecimientos individualizados, no hemos conseguido lograr una cata plenamente satisfactoria con ninguno de ellos. Visualmente y en nariz son unos vinos esperanzadores, pero la ilusión decae tras su paso por boca. El hecho de que esa sensación haya sido denominador común en todos ellos, nos lleva a pensar que el inconveniente esté en nuestro paladar y no en el hacer del enólogo. Cabe la posibilidad de que Osborne desee elaborar sus tintos exactamente así, con esas características en fase gustativa, características que no coinciden en absoluto con nuestras preferencias. 

En este juicio personal no hay culpables. Sintiéndolo mucho, nos veremos desterrados a ese minoritario grupo que no es capaz de apreciar suficientemente las bondades de los tintos de esta bodega.



El sol poniéndose tras el Toro de Osborne





martes, 12 de noviembre de 2013

> Antaño Crianza 2010, mejor entre amigos


El Cantábrico... precioso incluso enfadado.

El último día de nuestra breve pero intensa escapada a tierras cántabras, bien acompañados y mejor aconsejados por nuestros amigos Mon y Ope, fuimos a comer a un coqueto restaurante-taberna llamado "La Tijeruca" en Pontejos (Cantabria). Al frente del mismo están dos hermanos, Raul y Fran, abiertos y agradables como son la gente de allí.

El comedor aunque pequeño es una delicia, con sus paredes de piedra y su decoración rústica. La cocina es, por encima de todo, tradicional. Allí se guisa como lo hacía la abuela, contundente y con calidad, lo cual no impide innovaciones creativas como la morcilla con calabaza y cebolla confitada que probó uno de nosotros. Sin embargo donde verdaderamente destaca la cocina de "La Tijeruca" es en los platos de toda la vida. Fue un éxito la sopa de pescados, el cocido montañés y el entrecotte a la brasa. Los postres nos sorprendieron tanto por su presentación como por su elaboración y el resultado final, en su conjunto, fue más que satisfactorio, incluso a la hora de pagar la cuenta. Sin duda un local plenamente recomendable, por su trato familiar y por su inmejorable relación calidad-precio. Nuestra más sincera enhorabuena.

Vista del comedor de "La Tijeruca"


Reconduciendo el tema del blog... vayamos al vino. 

En el menú estaba incluido un Antaño Crianza 2010 de Bodegas García-Carrión, el cual insistimos en probar, a pesar de las recomendaciones de nuestros amigos quienes ya lo conocían de una visita previa. Para ser sinceros, una vez más nos dejamos llevar por su presentación exterior así como por el agradable recuerdo de su hermano menor el Antaño Jóven, un vino muy honesto de coste reducido que hemos tomado en alguna ocasión. La leyenda en inglés "aged in barrel 12 months" en la parte baja de la etiqueta nos pareció que le daba un extra de calidad.

Antaño Crianza 2010


Visualmente es de un rojo cereza de capa baja, sin lágrima evidente. Prácticamente inerte a copa parada. Haciéndolo girar en la copa se detectan remotos aromas a fruta roja, algún láctico y poco más. En boca se aprecia mejor la fruta y algo de madera muy escasa. Acidez intensa y poco agradable. Postgusto breve, corto y poco expresivo. En conjunto, aceptable para ser un vino de menú pero absolutamente decepcionante si fuera un vino de carta. Ayudó y mucho el maridaje con platos de extraordinaria calidad y sobre todo, el lugar y la compañía.

También es cierto que traíamos el paladar muy mal acostumbrado, después de haber probado a lo largo de los dos días anteriores vinos muy diferentes a este Antaño Crianza 2010, por envejecimiento y por calidad. Quizás la elección no fue muy acertada, y nos sobrepasó tan enorme salto cualitativo. En cualquier caso, nos sigue pareciendo un vino de nivel medio-bajo, pues incluso el Antaño Jóven hubiera dado mejor resultado.

Por último añadiremos que en nada cambia nuestras opiniones sobre "La Tijeruca", un lugar perfecto para comer bien, e incluso para beber bien, si elegimos con acierto.

Un magnífico colofón a nuestra estancia en Cantabria, una tierra preciosa que tiene de todo, muy al alcance y en la que tenemos la fortuna de contar con unos estupendos amigos siempre dispuestos a abrirnos la puerta de su casa y a compartir una botella de vino.

Como siempre, gracias.

Entre amigos, el vino siempre sabe mejor

lunes, 11 de noviembre de 2013

> Vía Láctea Reserva 2008





Nuestros amigos "infiltrados" en el club nos hace llegar esta información.

Bodegas Olarra (Logroño) fueron fundadas en 1973 y desde su inicio fueron un referente en La Rioja, tanto en la elaboración de sus vinos como en lo arquitectónico. La construcción de su bodega con su planta con forma de Y, coronada por sus 111 cúpulas hexagonales le otorgó de manera inmediata el sobrenombre de "La Catedral del Vino".

Imagen aérea de Bodegas Olarra (Logroño)

Elabora blancos y rosados, pero son los tintos con crianza en roble y algunos reservas los que han posicionado definitivamente a Bodegas Olarra en el mercado nacional e internacional. Y precisamente un reserva procedente de exportación es el que nos ocupa: Vía Láctea Reserva 2008 comercializado en España exclusivamente a través del Club Vinoselección a un precio muy seductor pero sólo hasta el 7 de Octubre de 2013.

Notas oficiales de cata: 
De color rojo granate, con buena capa y vivos destellos del mismo tono en su ribete externo. 
En nariz se muestra con aromas de buena intensidad, donde los recuerdos de frutos rojos se integran con apuntes balsámicos, toques de especias dulces y maderas nobles con suaves ahumados.
En boca es fresco y equilibrado, con buenas sensaciones tactiles, jugosa acidez y buenos recuerdos de su estancia en madera. Postgusto de buena persistencia con claro recuerdo especiado.

Parece una buena elección, sobre todo si tenemos en cuenta el precio original. Se nos antoja un vino de consumo más o menos inmediato, en unos meses, no destinado a ser guardado durante años, a pesar de que en la información disponible se prolonga su período óptimo de consumo hasta el año 2019.

Observando las variedades empleadas, puede tratarse del Cerro Añón Reserva 2008 (algo impensable, ni por el precio ni por las fechas) inclinándonos más a pensar que nos encontremos ante un vino emparentado con el Añares Reserva 2008

Otra posibilidad probable aunque menos atractiva es que se trate de un tinto llamado Otoñal con posterior crianza en barrica y en botella pero sin definir cuánto tiempo, y por lo que hemos leído, parece más destinado a exportación. No estará mal, pero no sabemos si se puede calificar de "reserva". Si se tratara de este vino, la oferta no sería tan buena. Si se trata de alguno de los dos primeros... a comprar sin dudarlo.

En cualquier caso, una propuesta interesante.

Entrada relacionada




> El "nuevo" enoturismo: ¿rizando el rizo?




El complejo y cada vez más intrincado mundo del vino se reinventa a diario con la presentación de iniciativas publicitarias, turísticas y comerciales cada vez más innovadoras. Las visitas a bodegas, las catas y las degustaciones han dejado paso a maridajes por ingredientes, a jornadas de vendimia interactiva y a muchas otras cosas más. Pero... ¿dónde está el límite? ¿Hemos visto ya suficiente? ¿Nos quedan experiencias nuevas por disfrutar? ¿Está todo inventado? Pues parece que aún queda por descubrir...

A continuación desvelamos las últimas tendencias de enoturismo.


A la luz de las velas...

Una de nuestras bodegas preferidas, CVNE en el Barrio de la Estación de Haro (La Rioja) celebró el pasado mes de Septiembre una actividad llena de nostalgia, romanticismo y tradición. Se denominó "La Noche de las Velas" y consistió en una visita guiada por las instalaciones, pero con las luces apagadas, exclusivamente iluminadas con velas y candelabros, a lo cual siguió una degustación de cuatro vinos CVNE acompañados por tapas típicas riojanas. 

Desconocemos si se ha celebrado con anterioridad en años previos. Este 2013 ha sido el primero en que hemos tenido noticias de ello. Ojalá se siga celebrando en más ocasiones y podamos asistir, pues nos parece un modo delicioso de disfrutar de una bodega muy querida por nosotros desde una óptica diferente.

Imagen promocional del evento. Fuente: CVNE

Brindando con las estrellas...

En una entrada anterior ya describimos brevemente esta novedosa propuesta de Bodegas Valdelana de Elciego para disfrutar de las noches de verano. Es el llamado "Maridaje Estelar", guiado y dirigido por Juanje Valdelana, enólogo y propietario de la bodega. La actividad se desarrolla al atardecer, al aire libre en un precioso viñedo con unas vistas inmejorables de los meandros del río Ebro. Con la ayuda de una aplicación informática (tipo Sky Map o similar) se proyectan en una pantalla las imágenes de varias estrellas y constelaciones, cada una de ellas vinculadas con un personaje de la mitología grecorromana (Altair, Vega, Arquero y Estrella Polar). Y durante la narración de cada una de las leyendas, se cata un vino diferente de Valdelana. 

En nuestra visita en Agosto pasado no nos fue posible realizar este original "Maridaje Estelar", así que se nos quedó en el tintero para una futura ocasión. Debido a la climatología el periodo de realización se centra en el verano y requiere reserva previa por motivos de organización. Desconocemos el precio, pero con seguridad resultará adecuado a tan novedosa propuesta.

Ya hay iniciativas similares en otras zonas geográficas. En Valdepeñas, por ejemplo, Bodegas Dionisos cuenta con su propio planetario para realizar estos maridajes, por algo lleva el nombre del dios mitológico del vino, el desorden, la exaltación y la locura. En Tenerife, privilegiada área de observación astronómica, se celebró en Noviembre de 2012 el evento "Vinos y Estrellas" con motivo de la Feria de la Ciencia y con el colaboración de la denominación de origen Valle de la Orotava.


Cartel promocional del evento


Bóveda celeste insinuándose en el atardecer


Bajo el mar...

No se trata de hacer submarinismo ni snorkel, en principio... El proyecto surgió al comprobarse que las bebidas contenidas en ánforas procedentes de antiguos naufragios conservaban sus características intactas e incluso alcanzaban precios desorbitados en las subastas. La empresa bilbaína Bajoelagua Factory lleva a cabo en la actualidad un estudio en colaboración con la Universidad del País Vasco y con el LSEB (Laboratorio Submarino de Envejecimiento de Bebidas) consistente en sumergir botellas de vino procedentes de distintas denominaciones de origen durante periodos de tiempo variables para observar su evolución.

Sin embargo el embrión de esta idea vio la luz más en el interior, en la Rioja Alavesa, concretamente en Laguardia, desde donde Javier San Pedro de Bodegas Vallobera contactó con Bajoelagua Factory para iniciar sus primeros intentos de crianza submarina, concretamente en aguas de San Carlos de la Rápita (Tarragona), sometiendo a 300 botellas de las 4500 elaboradas a una inmersión de 180 días. Tras ese tiempo, se sacaron a la superficie y se efectuaron catas comparadas con las de crianza en bodega, obteniéndose resultados muy singulares. Al parecer ese periodo de crianza submarina aporta a los tintos "más notas salinas y más redondez a sus sabores frutales". Como es lógico, consecuencia directa del incremento de los costes de producción, estos vinos se comercializan en estuches de lujo y a un precio sensiblemente mayor que el de sus hermanos de tierra.

Yendo un poco más allá, esta experiencia abre las puertas a un nuevo tipo de enoturismo, el "enoturismo submarino", en el cual los propios turistas podrían depositar en el fondo marino convenientemente parcelado, sus propias botellas, para más adelante "recolectarlas" y poder apreciar en primera persona las evoluciones subacuáticas de sus propios vinos. Parece ser que ya existe una iniciativa en este sentido en Chile. Que se implante en Europa es sólo cuestión de tiempo.


Recreación virtual del sistema de fijación submarino

Terran de Vallobera, en su nuevo hábitat

El vino por dentro... y por fuera

En la Antigua Grecia, hace nada menos que 4000 años, el vino no sólo servía como bebida sino que también se le conferían propiedades medicinales, tanto ingerido como aplicado externamente. Aquella tradición milenaria quedó prácticamente ignorada hasta 1999, año en el que los franceses Mathilde y Bertrand Thomas (Burdeos) desarrollaron su proyecto Caudalie. En la actualidad existen centros Caudalie en los cinco continentes, uno de los cuales tenemos la suerte de encontrarlo en el famoso Hotel Marqués de Riscal (Elciego).

Los tratamientos de vinoterapia en este marco exclusivo son de un lujo al alcance de muy pocos. Por ejemplo podemos disfrutar de un  "baño en barrica", realizado en bañeras que exteriormente parecen toneles, enriquecido con extractos de orujo de uva, para continuar con alguna envoltura (de merlot, de miel y vino...) y como colofón un masaje con uva fresca "pulpe friction". Existen incluso "rituales" de varios días. Son tratamientos exfoliantes, relajantes y tonificantes, según nuestra elección y nuestro gusto.... o el de nuestra pareja, pues constituyen un inigualable regalo de aniversario, por ejemplo.


Baño en barrica. Fuente: Marqués de Riscal


Imagen promocional Spa Vinotherapie Caudalie

Y si Marqués de Riscal nos parece un clásico dentro de La Rioja, qué podemos decir de López de Heredia. Pues bien, tampoco en Viña Tondonia se han resistido a comercializar productos cosméticos basados en la uva.


Productos de estética en Bodegas López de Heredia

Sube la temperatura...

Hemos paseado a la luz de las velas, hemos mirado las estrellas, hemos bajado al fondo del mar y nos hemos relajado con los tratamientos de vinoterapia. ¿Qué más nos puede apetecer?

De nuevo la respuesta la tiene otra bodega, esta vez canaria, Bodegas Monje de Tenerife. Su propuesta es en inglés, pero se entiende con facilidad: Wine & Sex. Que nadie se escandalice, porque no se trata de organizar bacanales romanas desenfrenadas. En realidad estos eventos erótico-vinícolas se llevan realizando desde hace 3 años, al parecer con gran éxito, no sólo entre jóvenes que celebran despedidas de soltero, sino también entre matrimonios (o no) de edad media dispuestos a ponerse al día en la materia, e incluso personas de edad avanzada sin tabúes. Dicen que éstos últimos son los que más disfrutan en las veladas.

Se organiza para un máximo de 100 personas, evidentemente mayores de edad. A la entrada se hace entrega de un kit erótico, se pasa por un photocall para inmortalizar el momento y se accede al interior de la bodega, donde las mesas se disponen en torno a una cama king size para que cada cual se vaya inspirando.

La velada consiste en una cena cuyos platos (algunos de formas más que evidentes) se maridan con caldos de la bodega, actuaciones teatralizadas un poco subidas de tono, una demostración de tuppersex, vídeos sugerentes y juegos eróticos.


Promoción del evento de Bodegas Monje


Wine & Sex

Habrá a quien todas estas iniciativas comerciales le parezcan excesivas e incluso fuera de lugar, y preferirá disfrutar del vino exclusivamente como tal. Otros opinarán que son propuestas divertidas y originales. Nadie está obligado a nada. Pero en estos tiempos las empresas, y en este marco las bodegas no son una excepción, tienden a buscar soluciones innovadoras y que llamen especialmente la atención del consumidor. 

Como en más de una ocasión hemos indicado, todo es cuestión de gustos. 

A disfrutar...








martes, 5 de noviembre de 2013

> Comparativa Viña Paceta 2008 vs. Vía Láctea 2008



Los vinos protagonistas


Por mediación de un amigo, socio del club Vinoselección, pudimos conseguir dos interesantes y exclusivos vinos: Viña Paceta 2008 y Vía Láctea 2008. Ambos vinos son calificados como Reserva por el Consejo Regulador de la DOC Rioja, y decimos que son exclusivos porque es muy difícil, casi imposible, obtener una botella de cualquiera de los dos sin pertenecer al club.

Acerca del Vía Láctea 2008 de Bodegas Olarra (Logroño) ya escribimos una entrada anterior con información obtenida exclusivamente on line. En esta ocasión será de "primera mano" e intentaremos además establecer comparaciones con el otro vino, el Viña Paceta 2008 de Bodegas Bilbaínas (Haro). Podemos adelantar que son dos vinos muy próximos entre sí en cuanto a características organolépticas, envejecimientos y variedades mayoritarias de uva, aunque existen algunas diferencias, no tanto en fase visual y olfativa como en su paso por boca. Ambos requieren un poco de tiempo de espera tras el descorche, pues tardan en abrirse y si somos impacientes podemos interpretar erróneamente que no son suficientemente amplios en nariz. Con calma y una copa de gran tamaño donde hacerlos moverse, obtendremos una rica gama de aromas, especialmente secundarios y terciarios, todos agradables y ninguno discordante.

Imagen promocional del Viña Paceta Reserva 2008

Empezaremos por el Viña Paceta Reserva 2008. Producido por las centenarias Bodegas Bilbaínas, referente en la más honda tradición del Barrio de la Estación de Haro, se elabora íntegramente con uva de la variedad Tempranillo procedente de la Viña Paceta, parcela más septentrional de la Rioja Alta antes de traspasar los límites geográficos de la Sierra de Cantabria, con un clima algo más atlántico que otros viñedos de la bodega, condición ésta que se traduce en vinos con algo más de acidez. 

El Viña Paceta 2008 se nos presenta en botella bordelesa casi opaca, idónea para vinos que deben evolucionar en su interior, cápsula negra de buen grosor y corcho natural de gran calidad. Por algo se considera que estará en perfecto estado de revista hasta el año 2018. La etiqueta frontal es de tamaño medio con predominio del negro y el dorado sobre fondo blanco, dando un resultado estético elegante y clásico.


Viña Paceta Reserva 2008 recién sacado de la caja

Tras el descorche y servicio, resistiéndonos a probarlo, debemos esperar y dejarlo respirar. Visualmente presenta un color picota de capa alta con ribete granate que parece dejar entrever un futuro teja poco marcado. Bastante lágrima pigmentada. En fase olfativa se nos antoja algo más estrecho de lo esperado. Aromas de ciruela y moras. Intensos toques de crianza: tostados, ahumados y madera muy nueva. En boca es equilibrado y redondo, con taninos amables y una interesante acidez que aporta frescura al paladar. El final es largo, muy especiado, con pinceladas de canela y pimienta blanca, esta última muy evidente, gracias a la cual persisten los sabores durante mucho tiempo.


Imagen promocional del Vía Láctea Reserva 2008

Sigamos a continuación con el Vía Láctea Reserva 2008. Al contrario que el anterior, del cual es posible localizar alguna botella comercializada, este sí que es un vino exclusivo. Destinado inicialmente al mercado exterior, en España sólo es posible conseguirlo a través del club, donde ya obtuvo un éxito importante de ventas en sus anteriores añadas 2005 y 2006. Ve la luz ahora la añada del 2008 y, a la vista de sus notas de cata, con seguridad repetirá o incluso superará su nivel de ventas previas.

Su elaboración se la debemos a Bodegas Olarra de Logroño, una de las primeras bodegas de Rioja en destacar en lo arquitectónico y en la producción de vinos tintos con crianza. Tenemos intención de realizar una visita a sus instalaciones el mes que viene, así como de probar su afamado Cerro Añón Crianza 2010 considerado en su categoría como "el mejor vino español" por la revista Decanter, avalado por los más de 90 puntos otorgados por Parker en el crianza, reserva y gran reserva del mismo nombre. Ignoramos cuál es el grado de parentesco que une a estos últimos con el Vía Láctea 2008, pero sea cual sea, es prometedor.

Su imagen exterior nada tiene que ver con el primer vino que hemos comentado. Coinciden en la calidad del corcho y de la cápsula (ésta de color plateado), el tipo de botella y las dimensiones de la etiqueta, pero en cuanto al diseño de ésta última, la originalidad en el Vía Láctea es absoluta: sobre fondo negro aparece el nombre del vino escrito en pulcra caligrafía, en la parte de abajo sobre fondo blanco se leen la añada, el tipo de envejecimiento y la denominación de origen Rioja, y sobre todo ello, cubriendo y protegiendo el contenido de la botella, destaca una fotografía en tonos azules del manto estelar de la bóveda terrestre, obteniéndose en general un resultado muy bonito.

Detalle de la etiqueta del Vía Láctea Reserva 2008

La variedad de uva empleada es también Tempranillo en su mayoría, pero incorpora un porcentaje de Mazuelo, Garnacha y Graciano, que se dejan notar a pesar de su minoría. Ya en la copa, el color predominante es el granate con ribete malva y abundante lágrima ricamente pigmentada. La fase olfativa es compleja, con predominio de la crianza sobre las frutas rojas maduras, tostados y madera nueva de roble. Resulta muy equilibrado en boca, con taninos muy bien redondeados. Notas lácticas, final largo y postgusto muy agradable aromático y apenas especiado. 

Estamos ante un vino, entiéndase bien, más "femenino", más sutil y delicado que el primero, con aromas y sabores más amalgamados, más incorporados al resultado final, sin presencia de notas en exceso detectables. El Viña Paceta, por el contrario, es un vino más robusto, más intenso, más "masculino", con evidencia sobre todo de sabores potentes (pimienta, tostados, ahumados...) y con unos taninos algo más severos, pendientes de afinarse un poco. Siendo los dos reservas, el Vía Láctea se asemeja más a un crianza de alta intensidad, mientras que el Viña Paceta es un reserva en sentido estricto. En relación a ello, el maridaje de ambos podría ser con carnes rojas, guisos muy condimentados y caza, a lo que podríamos añadir embutidos y quesos para el Vía Láctea, teniendo en cuenta su carácter más dócil.

En la primera entrada relativa al Vía Láctea, indicamos nuestras dudas acerca de la posibilidad de una guarda prolongada. Queremos hacer constar con  vehemencia nuestro error. Es muy probable que el Vía Láctea evolucione en botella de modo muy satisfactorio, viendo la carga frutal que a día de hoy presenta, incluso aún mejor que el Viña Paceta, y que su vida comercial supere en uno o dos años la de éste último. Podremos en el futuro sacar conclusiones, pues disponemos de suficientes botellas de ambos para seguir comparándolos dentro de un tiempo.

Siempre y cuando seamos pacientes...