lunes, 9 de febrero de 2015

> Cata de Bodegas Pirineos en Tomevinos





Imagen promocional del evento



El pasado jueves tuvimos la oportunidad de asistir a la cata organizada por Tomevinos en Zaragoza y que fue protagonizada por los vinos de Bodegas Pirineos, pertenecientes a la DO Somontano.

Bodegas Pirineos puede decirse que son herederas de la antigua cooperativa de Barbastro, y representan por tanto a uno de los principales socios que constituyeron allá por 1987 la única denominación de origen de la provincia de Huesca. Cuentan con aproximadamente 1100 hectáreas de viñedo, repartidas en más de 900 parcelas, de ubicación muy heterogénea, y en ocasiones en íntima vecindad con otros cultivos, lo cual aporta a los vinos del Somontano una riqueza y variedad aromática difícil de igualar.

Las variedades de uva que se cultivan son numerosas, mayoritariamente foráneas (cabernet, merlot, chardonnay, shiraz, etc) pero año tras año se amplía el número de hectáreas destinadas al cultivo de variedades autóctonas, como la parraleta o la moristel. El rendimiento máximo no sobrepasa los 4000 kg por hectárea, para lo cual se acostumbra a realizar una "poda en verde" durante el envero, asegurando de ese modo la óptima calidad de la uva.

Desde el punto de vista empresarial, el accionista mayoritario de Bodegas Pirineos es la familia Barbadillo, propietaria de varias bodegas en España tras el desarrollo de su plan de expansión hace ya unos meses desde su origen jerezano. No obstante el 24% de Bodegas Pirineos sigue en manos de productores locales, y no es casualidad que dichas propiedades sean precisamente los viñedos más antiguos y de mayor valor, reafirmando el arraigo de la bodega a las tierras oscenses.


Alquézar Rosado 2013. Un caramelo...

Comenzamos la cata con un vino fácil y agradable, para abrir boca. El Alquézar Rosado 2013 se elabora con tempranillo y cabernet sauvignon, sometiendo a las uvas a una fermentación corta, cortísima de unas 12 horas. De esa manera se logran dos objetivos: el primero es conservar cierto grado de aguja natural sin adición de carbónico, frizzante diría de este vino un italiano. El segundo objetivo es dejar un resto de azúcar sin fermentar, lo cual consigue que este caramelo de frambuesa embotellado adquiera una golosidad increíble. En nariz predominan las fresas y grosellas, la acidez en boca es justo la necesaria y el final es dulce sin llegar a empalagar. Delicioso para tomar en el aperitivo, con ensaladas o pasta.

Años atrás el blanco de Bodegas Pirineos, con su antiguo nombre de Mesache Blanco, resultó galardonado en diversos certámenes. Su heredero en la actualidad es el Pirineos Blanco 2013, coupage de Gewurztraminer, Chardonnay y Sauvignon Blanc, vinificadas por separado y en proporción que no fue revelada por el representante de la bodega. De color amarillo verdoso, muy brillante, recuerda en fase nasal a flores blancas, cítricos y rosas, algo de fruta de pepita y muy escasamente a frutas de hueso. Muy perfumado. El postgusto es moderadamente largo y perfectamente podría acompañar a platos de pescado o incluso a carnes blancas.




Pirineos Tinto 2013.

Nuestro preferido de la cata fue el Pirineos Tinto 2013, mayoritariamente Merlot con un aporte Shiraz que redondea el conjunto. Pernocta 4 meses en barrica nueva y el resultado es excelente. Precioso color picota de capa media con ribete violeta, gran cantidad de lágrima no-pigmentada de rápida caída. Nariz de frutas negras (moras, cassis), canela, pomelo y hoja de tomate, guindas en licor y un recuerdo a hidrocarburo. En boca es pujante, enérgico, pero con un elegantísimo final. Fantástico vino y con una relación calidad-precio imbatible.

Las barricas seminuevas envinadas con el anterior vino, se destinan para la maduración durante 12 meses del Señorío de Lazán Crianza 2010, quizás el tinto más conocido de la bodega, ahora con una imagen exterior más moderna y actual, como bien demuestra la campaña publicitaria lanzada, pero sin perder un ápice de su identidad. Resulta del ensamblaje de tres uvas (tempranillo, merlot y cabernet) en una clara apuesta por el mestizaje y la variedad de aromas. Se presenta en la copa con un color cereza de capa media-baja y ribete granate. Lágrima pigmentada más abundante y de caída más lenta que el anterior. En nariz recuerda a cerezas, orejones, vainilla y otras especias blancas. Resulta algo más tánico y astringente, tal vez debido a la presencia de la cabernet, aunque sobradamente redondo e integrado.


Imagen publicitaria del Señorío de Lazán Crianza


Marboré 2006 es el "niño mimado" de la bodega. Coupage de 5 variedades (tempranillo, merlot, cabernet, moristel y parraleta), las dos últimas castas autóctonas en recuperación. Algunos expertos sugieren que la parraleta, por su tanicidad y poder pigmentante, recuerda a la mencía del Bierzo. Crianza durante 18 meses en barrica. Visualmente el Marboré 2006 es de capa media-alta con ribete ocre. Lágrima pigmentada, abundante y de lenta caída. En fase nasal despliega todo su contenido aromático, una paleta volátil favorecida por el ensamblaje multitudinario de variedades de uva. Ciruelas, moras, café, torrefactos, chocolate negro, especias, balsámicos. Hay de todo. Un vino muy complejo, para catar sin prisa, pues su capacidad de evolución en la copa nos aporta siempre algo nuevo en cada acercamiento.

En nuestra opinión, parece evidente la decidida apuesta por la renovación iniciada por los nuevos propietarios de Bodegas Pirineos. La imagen externa y los etiquetados así lo atestiguan, pero el verdadero cambio está en el interior de las botellas: son vinos modernos y atractivos, para llegar a todo el público, incluso al más joven. El de la renovación, es un camino ya iniciado por otras bodegas de la DO. Somontano, y es que los tiempos avanzan deprisa y renovarse es vital para esta pequeña denominación de origen con menos de treinta años de vida.



2 comentarios:

  1. Alquézar Rosado 2013, un vino muy de mujer. Es verdad que te pone cariñosa.

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  2. Muy femenino y sensual. Tiene agradables consecuencias... ;-)

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