lunes, 26 de octubre de 2015

> Bodegas Sommos (y III): la cata




A pesar de tratarse de un espacio sin luz natural, Bodegas Sommos cuenta con la que probablemente sea la sala de catas más técnica y profesional que hemos visto nunca. Entrar a dicha sala es acceder temporalmente a un lugar de retiro, de reflexión, donde los vinos de la bodega van a ser venerados y merecen el máximo respeto. Incluso da la sensación de contar con cierto aislamiento acústico, pues una vez cerrada la puerta, si los asistentes optan por ese momento de introspección al que nos referimos, nada se escucha salvo el suave zumbido de la iluminación.


Sala de catas de Sommos



Interior de la nave Discovery. "2001, odisea del espacio"


Como no puede ser de otra forma, la sala de catas de Sommos es de un blanco níveo, con un diseño futurista acorde a la bodega. A los más cinéfilos les podría incluso recordar al interior de la nave Discovery de la película "2001: odisea del espacio" (Stanley Kubrick, 1968) o también al de la Nostromo del filme "Alien, el octavo pasajero" (Ridley Scott, 1979). Los pupitres y el mobiliario son del mismo color que las paredes, el suelo y el techo. Cada asistente encontrará en su puesto de cata unas preciosas copas de excelente calidad cuyo diseño también recuerda, desde luego no casualmente, a la arquitectura del edificio. Merece comentario aparte el sistema de iluminación, tenue y ligeramente azulado el de las paredes, que apenas contrasta con la magnífica luz blanca individual dispuesta en cada puesto de cata, ideal y perfecta para poder apreciar colores, capas, ribetes y reflejos en cada vino. No habíamos visto nunca nada igual.



Sala de catas de Sommos


Nuestra encantadora guía, Noemí, nos sirvió los vinos seleccionados para la cata y nos fue conduciendo a lo largo de las diferentes fases de la misma, logrando extraer y desgranar cada una de las características organolépticas presentes en nuestras copas. Detallamos a continuación nuestras notas particulares de cata.



Glárima Varietales Blanco, Glárima Varietales Tinto y Merlot Colección


GLÁRIMA VARIETALES BLANCO 2014
Chardonnay, Gewürztraminer, Pinot Noir (40-40-20)
Rendimiento medio 1,5 kg/cepa
4 meses de barrica nueva.
Amarillo dorado con ribete plateado. Predominio de aromas a piña y otras frutas tropicales, también cítricos aunque más ocultos. Recuerdos de jazmín. Muy redondo en boca. Largo postgusto. Como curiosidad añadiremos que se detectan aromas terciarios al evolucionar en copa, con recuerdos de mantequilla, pan tostado y bollería.

GLÁRIMA VARIETALES TINTO 2013
Tempranillo, Merlot, Syrah, Cabernet (35-35-20-10)
Rendimiento medio 1 kg/cepa
8 meses de barrica.
Visualmente de capa media-alta con ribete rubí. Fruta roja y negra en fase nasal, muy rica y variada. Cacao, vainilla, pimienta, clavo, toffee. Incienso, humo, carbón. Astringencia media-alta muy bien integrada. Postgusto largo. Final sutilmente amargo.

MERLOT COLECCIÓN 2010
100% Merlot
Rendimiento medio 0,5 kg/cepa
Maloláctica en barrica. Crianza de 12 meses en barrica.
Capa alta y menisco granate. Predominio en nariz de las frutas negras, también regaliz negro y cueros. Pimientas (blanca y negra). Notablemente ácido. Postgusto medio. Postgusto tal vez demasiado corto.

GEWÜRZTRAMINER COLECCIÓN 2014
100% Gewürztraminer
Rendimiento medio 1,6 kg/cepa
4 meses de barrica nueva. Batonage diario.
De color amarillo dorado con ribete verdoso. Fase nasal propia de la variedad, más floral que frutal. Lichis, rosas y manzana. Muy elegante y aromático. En boca es graso, untuoso, meloso. Más cítrico en boca de lo esperado. Amable final de duración media.




Los cuatro vinos protagonistas

Fue una cata relajada y sin prisas, conversada y participativa. El hecho de contar con suficientes copas nos parece imprescindible para realizar una cata de calidad. La evolución de los vinos en copa sólo puede apreciarse si se dispone de tiempo para permitir su oxigenación. De no haber sido así, nos hubiéramos perdido esa transformación olfativa del Glárima Varietales Blanco, verdaderamente sorprendente, o ese final de "incienso y catedral" del Glárima Varietales Tinto que tanto nos enamora. Fueron curiosamente estos dos vinos los que más nos gustaron, quizás nuestras expectativas acerca de los otros dos monovarietales eran demasiado altas, o tal vez no logramos apreciar adecuadamente sus indudables cualidades. Quien sabe...



Selfie durante la cata

Concluimos aquí esta trilogía de entradas dedicadas a Bodegas Sommos. Nos hubiera gustado ampliar esta visita con un paseo guiado por el viñedo así como disfrutar de una comida en su restaurante con esas espectaculares vistas. Ambas cosas quedan pendientes para una futura visita.

Volveremos para certificar que, en ocasiones, las segundas partes pueden ser aún mejores que las primeras.





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