lunes, 28 de marzo de 2016

> Entre bambalinas...





"El vino al teatro", rezaba el titular que llamó nuestra atención en un anuncio de prensa publicado en el suplemento de gastronomía del periódico Heraldo de Aragón, de manera que nos pusimos inmediatamente a investigar. Al parecer se trataba de una experiencia-piloto organizada por el Espacio Ambigú del Teatro de las Esquinas de Zaragoza, cuya intención es continuar realizando presentaciones de diferentes vinos y bodegas con una periodicidad aproximadamente mensual.

El proceso de reserva fue a través de correo electrónico, aunque en alguna nota publicada en Facebook se indicaba la posibilidad de hacer la reserva directamente en las taquillas del teatro. También figuraba un número de teléfono. Intentamos contactar vía telefónica, pero la persona que nos atendió nos remitió de nuevo a la dirección de email. Pequeños detalles que pueden dar lugar a error y que quizás deberían ser ajustados para futuros eventos. En cualquier caso efectuamos la reserva sin problemas. Acudimos a la hora indicada y previo paso (ahora sí) por taquillas, accedimos a este peculiar punto de encuentro, habitualmente utilizado como hall anexo a las puertas del teatro, transformado en esta ocasión en una informal y muy cool sala de catas. 

La bodega elegida para esta presentación inaugural fue DCueva DMonegros, con sus particulares Vinos del Desierto, vinos que ya han protagonizado alguna entrada anterior en este blog. Hace casi año y medio que tuvimos la oportunidad de conocer personalmente a Fernando Mir, cuerpo y alma de esta diminuta bodega surgida en Lanaja, en pleno corazón de la comarca de Monegros, y podemos afirmar sin miedo a equivocarnos que su exposición no ha perdido ni un ápice de entusiasmo. Habló de paisaje, climatología, historia, viticultura y enología. Y habló por supuesto de su sueño, a día de hoy ya una realidad, de su pequeño proyecto empresarial que es para él algo más que una forma de ganarse la vida, es una forma de vivir. 


Duna 2015 listo para ser servido


Comenzamos la cata propiamente dicha con el Duna 2015, vino blanco elaborado mayoritariamente con Garnacha Blanca pero con un aporte en torno al 20% de Alcañón, variedad de uva autóctona casi desaparecida que gracias a la labor de algunos viticultores románticos, como Fernando, se está intentando recuperar. La Alcañón es una uva de desarrollo muy frondoso que da racimos abundantes y de gran tamaño, por tanto es lógico pensar que con ella se elaboran vinos ligeros, quizás poco intensos en aromas y sabores, pero con una generosa acidez. Hace unos meses tuvimos ocasión de probar el único monovarietal del mundo elaborado íntegramente con esta variedad en nuestra visita a Bodegas Alodia. Pero regresemos a nuestro Duna 2015, en cuya elaboración la Alcañón ensambla perfectamente con la Garnacha Blanca, esta última intensa y potente, dándole ese punto de frescura justo gracias a su acidez, equilibrando su elevado contenido alcohólico, para conseguir un vino absolutamente único. Visualmente es de una amarillo trigueño con reflejos verdosos, joven y brillante. En nariz es todo exuberancia: flores blancas y amarillas, plátano, frutas de pepita (manzana, pera) y de hueso (ciruela amarilla). Muy balsámico, algo infrecuente en vinos blancos. En boca el ataque es seco con marcada acidez, de paso es muy agradable, fluido pero en absoluto aguado. Tiene volumen, estructura e intensidad. El postgusto es largo, casi eterno. Impresionante y original, aún más que su antecesor de la añada anterior, en nuestra opinión, más ligero en boca y menos voluptuoso en nariz aquel Duna 2014. El de la añada actual resulta muy gastronómico y diferente. Se acompañó con un pulpo a la gallega y unos minivolovanes rellenos de crema de foie. Una delicia...

















El segundo vino a degustar fue el Sed 2014, tinto elaborado con Garnacha, Cariñena y Syrah (65-20-15), con posterior crianza en barrica de roble americano durante 8 meses. Visualmente es de un precioso color rojo picota con ribete granate, no es de extrañar, ya que las tres variedades empleadas poseen unas grandes cualidades cromáticas. En fase nasal a copa parada el ataque es alcohólico, aunque desaparece tras una breve agitación, dando paso a los aromas terciarios propios de la crianza (tostados, mentolados, regaliz, azúcar quemado), algunos aromas secundarios (toffe) y por fin la generosa carga frutal. Frutas rojas (cereza, grosella) y negras (mora, ciruela). En boca tiene una astringencia media. De paso es más ligero de lo esperado, nos pareció algo menos voluminoso que en añadas anteriores, más "para todos los públicos", debido en parte a la reducción en el coupage del porcentaje de Cariñena, que ha pasado del 35% en sus inicios al 20% en la actualidad. Un total acierto, según nuestro criterio. Conserva un postgusto medio-largo con recuerdos especiados. Muy equilibrado y redondo. Excelente vino, cada vez más comercial. No es casualidad que haya resultado premiado con medalla de plata en las dos últimas ediciones del Concurso Internacional de Garnachas del Mundo y con un Bacchus de Plata en este mismo mes. Armonizado con unas carrilleras en salsa y con unas piruletas de lomo y bacon mostró todo su potencial.

Sed 2014 

En resumidas cuentas, una más que agradable velada, degustando vinos ya conocidos que sin embargo siempre nos sorprenden, en un lugar novedoso y aún por descubrir para nosotros. Es nuestro deseo que futuras citas enológicas nos vuelvan a llevar al Espacio Ambigú del teatro de las Esquinas, allí acudiremos encantados con el servicio y la simpatía de su personal, en nuestra continua voluntad de dar apoyo y difusión a aquellos proyectos empresariales relacionados con el mundo del vino que ponen toda la pasión en su trabajo diario.

Nos vemos en la próxima cata, entre bambalinas...



Nota:
En la confección de la presente entrada se han utilizado imágenes compartidas en sus perfiles de Facebook por los organizadores del evento. Al tratarse de información pública no creemos que pueda existir ningún inconveniente. En cualquier caso queremos hacer constar nuestro agradecimiento a todos ellos.

miércoles, 16 de marzo de 2016

> Contrastes del Somontano






Se trata casi de una tradición... 

En vísperas de la Semana Santa, hace escala en Tomevinos Zaragoza el road-show de la DO. Somontano, dirigido por su maestro de ceremonias Manuel Blasco, sumiller y gerente de Enodestino, agencia responsable de la exitosa organización año tras año del denominado Bus del Vino Somontano, fantástica iniciativa de enoturismo que con periodicidad aproximadamente mensual conduce a los amantes del vino desde Zaragoza y Huesca hasta la comarca del Somontano. Su programación se renueva cada temporada, e incluye visitas a bodegas, catas y otras actividades culturales y gastronómicas propias de ese trocito del paraíso que es el Somontano oscense. Puede consultarse el programa completo en el enlace de Enodestino.


Manuel Blasco (Enodestino) y Michael Cooper (Tomevinos)


Siempre es una delicia escuchar las explicaciones de Manuel Blasco. Desde la pasión que sin duda siente por su tierra, hizo una breve introducción sobre la orografía, la climatología, la historia y los cultivos agrícolas de la comarca, información imprescindible para comprender los orígenes de la DO. Somontano, una de las más pequeñas de España. Constituida en la década de los 80, esta joven denominación nació con una clara vocación exportadora, como bien demuestra el predominio en el cultivo de variedades internacionales (Merlot, Cabernet Sauvignon, Chardonnay, Syrah, Gewürztraminer) aunque en los últimos años han visto la luz algunas pequeñas bodegas que han apostado por la recuperación de cepajes autóctonos casi olvidados (Parraleta, Alcañón, Moristel) tal y como ya describimos en una entrada anterior.

Detallaremos a continuación las notas de cata de los vinos protagonistas, así como alguna otra información adicional acerca de cada una de las bodegas que los elaboran. 



Banner publicitario del Pirineos Blanco


PIRINEOS BLANCO 2015
Chardonnay, Sauvignon Blanc y Gewürztraminer.
Tal y como ya describimos en una entrada anteriorBodegas Pirineos son las herederas directas de la antigua cooperativa de Barbastro. Propiedad actualmente del grupo bodeguero andaluz Barbadillo, se encuentran en plena renovación de su imagen corporativa, sin abandonar su emblemático icono del caballo, más moderno y actual. Iniciamos esta cata con el Pirineos Blanco 2015, interesante ensamblaje de tres castas blancas internacionales, original y novedoso en esta denominación de origen. Visualmente de color amarillo pálido con ribete verdoso, indicativo de su juventud. Notable intensidad de aromas cítricos y a frutas de pepita (manzana y pera). Muy agradable en boca, con rica y fresca acidez, de paso fluido y postgusto de longitud media. Sutilmente amargo, algo salino y mineral, nos recordó incluso a algunos blancos atlánticos. Perfecto para acompañar pescados, mariscos o arroces.


Detalle de la etiqueta del VdV Gewürztraminer 2014


VIÑAS DEL VERO GEWÜRZTRAMINER 2014
100% Gewürztraminer.
Éxito de ventas año tras año, es uno de los vinos clásicos de Bodegas Viñas del Vero, pertenecientes al grupo González-Byass. Sin ánimo de polemizar, quizás el mejor Gewürztraminer del Somontano, con permiso del exclusivo e inaccesible semidulce de Bodegas Enate. Color amarillo algo más verdoso, limpio y brillante. Voluptuosa fase olfativa, muy floral (pétalos de rosa, azahar) y también frutal (frutas blancas de hueso, como el melocotón rojo o el paraguayo). Untuoso y cremoso, con recuerdos de miel. Más dulce que ácido en boca, mejor equilibrado que en sus inicios, donde podía resultar en exceso dulzón. Postgusto medio. Sutil amargor. Aguanta muy bien en botella el paso del tiempo. En general los vinos blancos deben consumirse a lo largo del primer año. No es el caso de este vino: añadas atrasadas, aunque con algo de evolución, están igualmente deliciosas. En nuestra opinión, es un vino para disfrutar sin acompañamiento o con un suave aperitivo. Su exuberancia puede entrar en conflicto gustativo con algunos platos.



Enate Rosado 2014. Visita a la bodega en Sept. 2015


ENATE ROSADO 2014
100% Cabernet Sauvignon.
El vino más querido de Bodegas Enate, como bien pudimos constatar en nuestra visita hace unos meses. Visualmente de un intenso y vivo color rojo fresa con reflejos plateados. Explosiva fase nasal, rica en fresas y frambuesas. Fondo mentolado y algo herbáceo. En boca es intensamente ácido, muy agradable, equilibrando perfectamente su contenido alcohólico nada desdeñable. A diferencia de la cata realizada en aquella visita del mes de Septiembre, en esta ocasión no apreciamos ese postgusto como de sidral atribuible al resto de carbónico, plenamente integrado en el vino tras seis meses más en botella. Un vino muy gastronómico, armonizable casi con cualquier plato, capaz de acompañar una comida de principio a fin, desde el aperitivo hasta el postre, pasando por el pescado e incluso por la carne. ¿Por qué no?



Publicidad del Glárima Varietales Tinto 2013


GLÁRIMA VARIETALES TINTO 2013
Tempranillo, Merlot, Syrah y Cabernet Sauvignon (35-35-21-10).
8 meses de crianza.
Bodegas Sommos son las responsables de la elaboración de este populoso ensamblaje de cuatro variedades tintas, obteniendo uno de los vinos multivarietales más exitoso a nivel comercial. La presencia visual es interesante: picota de capa alta con menisco rubí y lágrima pigmentada. En nariz es donde no deja a nadie indiferente: enamora o aborrece. Pasa algo parecido con el Fagus de Bodegas Aragonesas (DO. Campo de Borja). Intensa carga frutal, frutas rojas y sobre todo negras (mora). Su crianza en tinas y barricas nuevas de roble francés le confieren esos aromas a regaliz, chocolate, canela, vainilla, toffe, humo, carbón e incienso. En boca presenta una astringencia media muy bien integrada en el conjunto. Largo postgusto levemente amargo. Un vino que sorprende sólo en la primera ocasión que se prueba. Para un consumidor conservador es un vino-refugio, un vino-comodín, nunca defrauda y las diferencias año tras año son inapreciables. Se le suele describir como un vino "muy tecnológico", calificativo que puede tener connotaciones tanto de crítica como de halago. Pero, ¿qué bodega en la actualidad no se aprovecha de la tecnología? Ahí lo dejamos...



Alguno de los vinos elaborados por la bodega El Grillo y La Luna


CRI CRI CRI 2012
Syrah y Garnacha.
13 meses de crianza.
Concluimos esta amena cata con uno de los vinos elaborados por Bodegas El Grillo y La Luna, pequeño proyecto empresarial que cuenta con la asesoría del prestigioso enólogo francés Michel Roland. Con el claro objetivo de elaborar vinos de gran calidad y pequeña producción, realizan la vinificación por separado de cada variedad, la selección manual grano a grano y las técnicas de producción se rigen por principios ecológicos y biodinámicos (laboreo con caballo, fases lunares, cubierta vegetal, abonado en cuernos de vaca, etc). Por supuesto, la crianza se efectúa en barricas de roble francés de excelente calidad. Con estas consideraciones previas nos adentramos en la cata del Cri Cri Cri 2012, previamente decantado, oxigenación no imprescindible que resulta aconsejable en este caso. Color rojo picota de capa alta con ribete granate. Potente fase nasal. Muy intenso. Impresionante nariz. Frutas negras muy maduras (mermelada de grosellas). Monte bajo y hierbas aromáticas. Astringencia media-alta. Final amargo y especiado (clavo, pimienta negra). Un vino que crece en la copa. Cada sorbo es mejor que el anterior. Hasta con la copa vacía es posible disfrutar de esa fase nasal tan interesante.



Vinos protagonistas de la cata

Los vinos de la DO. Somontano son generosos en contrastes. La gran riqueza en las variedades de uvas autorizadas por el consejo regulador lo hacen posible. Y no sólo eso, las diferentes orientaciones de cada viñedo, la proximidad a otros cultivos, la altitud y, desde luego, el buen hacer de cada elaborador, consiguen una diversidad increíble en los vinos, especialmente si se tiene en cuenta el tamaño relativamente pequeño de la denominación. 

Por supuesto, siempre existen detractores que argumentan que los vinos del Somontano "adolecen de tipicidad". Y en cierto sentido están en lo cierto. No existe "un vino" del Somontano, hay centenares de vinos y, con absoluta honestidad, nos costaría elegir cuál de ellos es nuestro preferido.

Sigamos buscando...






miércoles, 9 de marzo de 2016

> Cata horizontal 2014 de robles DO. Ribera del Duero en Tomevinos





Hace algo más de una década, las bodegas pertenecientes a la DO. Ribera del Duero acuñaron un nuevo término para definir aquellos vinos tintos jóvenes a los que se les daba un breve paso por barrica. Nacía así el concepto "roble" que tanto éxito ha cosechado incluso fuera de tierras castellano-leonesas. En realidad los robles fueron la evolución natural de los vinos tintos jóvenes elaborados con la Tinta Fina, algo agrestes en boca, consecuencia directa del engrosamiento del hollejo de la Tempranillo cultivada en los fríos inviernos de las provincias de Burgos y Valladolid. Una breve crianza en barrica, entre 4 y 6 meses, permitía amortiguar y modular la marcada astringencia de dichos vinos, al mismo tiempo que les confería notas sutiles de crianza y aromas terciarios más que interesantes, tales como tostados, chocolate, toffee y ahumados.

De la noche a la mañana, muy especialmente en la zona de Madrid, los crianzas riojanos con sus 12 meses de permanencia mínima en barrica se encontraron con un rival directo, no sólo en precio sino también en aceptación por parte del consumidor. Los robles de Ribera desplazaron en las barras de muchos bares a los Riojas de toda la vida, aportando además una mayor carga frutal y una sutil madera, algo cada vez más demandado por los consumidores menos clásicos. De repente, las inicialmente algo acomplejadas bodegas de Ribera del Duero disponían de un producto exclusivo (la DOc. Rioja nunca ha permitido una crianza en barrica inferior a los 12 meses) y novedoso en el competido mercado nacional e internacional. La mayoría de los productores optaron por introducir sus robles en barricas usadas, decisión con la que dichos vinos adquirían unos pocos aromas terciarios sin apenas perder fruta, permitiendo así alargar la vida útil de aquellas barricas casi extenuadas. Tan sólo unas pocas bodegas apostaron por usar barricas nuevas para elaborar sus robles, mucho más complejos organolépticamente pero más costosos de producir. En cualquier caso, los resultados fueron excelentes durante muchos años, y así fueron reconocidos por crítica y público.

Lamentablemente, el desarrollo exponencial en Ribera del Duero y el escaso control exigido por el Consejo Regulador en cuanto a antigüedad del viñedo y a las producciones máximas por hectárea, han derivado en la situación actual. Si le añadimos los vaivenes y variaciones (lógicos, por otra parte) en los criterios de puntuación aplicados por algunos prescriptores de renombre y la cada vez mayor competencia a la baja en precios, todo ello ha terminado por desconcertar a algunos elaboradores en la disyuntiva habitual entre fruta y madera. De alguna manera, se podría establecer cierto paralelismo con casos similares (Rueda, Rioja) que corren el riesgo de "morir de éxito" al primar la cantidad sobre la calidad.


Michael Cooper (Tomevinos) durante la explicación


Detallamos a continuación las notas de cata de los cinco vinos protagonistas:

TORREMORÓN ROBLE 2014
Selección Especial para Tomevinos
Elaborado por Bodegas Toremorón, ubicadas en la localidad de Quintanamanvirgo (Burgos). 100% Tempranillo Tinta Fina con 6 meses de crianza en barrica de roble francés y americano. Picota de capa media alta con ribete violáceo. En nariz predomina la fruta roja muy madura, también cacao y notas lácticas. Mentolados y balsámicos, sobre fondo alcohólico. Paso rápido por boca, algo carente de cuerpo. Final largo levemente amargo y ricamente especiado. Muy buena relación calidad-precio.

CLEA ROBLE 2014
100% Tempranillo Tinta Fina. Comercializado por el grupo bodeguero Vintae, empresa originalmente riojana ampliamente instalada en distintas denominaciones de origen españolas. Crianza de 4 meses en barrica de roble francés. Visualmente de color rojo picota de capa alta. En fase nasal resulta ligeramente menos frutal que el anterior. El paso por boca es más astringente y notablemente más ácido, quizás con algo de sobrextracción. Notable contenido alcohólico pero bien equilibrado. Final largo con recuerdo de pimienta y otras especias. En nuestra opinión, el "menos Ribera" de los cinco vinos catados.



Vinos protagonistas de la cata, por orden de servicio


NABAL ROBLE 2014
Primera añada de esta bodega burgalesa de nueva creación ubicada en la localidad de Gumiel de Izán. Como los anteriores, monovarietal de Tempranillo Tinta Fina, con 5 meses de crianza en barrica nueva de roble americano y francés en una proporción de 70/30. Cereza picota de capa media-alta. En fase nasal ganan protagonismo los aromas terciarios (cuero, humo, caja de puros). Muy perfumado y atractivo. Menor carga frutal, con predominio de las frutas negras. Redondo y muy equilibrado. Con un largo porvenir en botella, ganará con algo de guarda. Nuestro favorito en esta cata.

FIGUERO-4 2014
Monovarietal de Tempranillo Tinta Fina elaborado por Bodegas Figuero en La Horra (Burgos). Crianza durante 4 meses en barrica seminueva de roble francés y americano (75/25). Picota de capa muy alta con gran cantidad de lágrima. Nariz de media intensidad, con recuerdos cárnicos, sanguíneos, a trufa negra y embutido curado. Paso por boca muy redondo, con astringencia media y excelente equilibrio entre acidez-alcohol. Final algo corto (una pena...). Segundo clasificado en la cata. Un poco más de largura en el postgusto lo hubiera convertido en ganador. Prometedor.

NEXUS ONE
100% Tempranillo Tinta Fina con crianza de 6 meses en barrica de roble francés. Elaborado en Pesquera de Duero (Valladolid) por Bodegas Nexusalter ego de Bodegas Frontaura, protagonistas de una entrada anterior. Visualmente de color rojo cereza de capa media y ribete rubí, muy distinto a los cuatro vinos previamente catados. Fase nasal más floral, con recuerdos a jazmín, regaliz y ceniza (?). Excelente paso por boca, con un cuerpo medio apenas astringente, aunque con una sensación táctil que evoca a alguna verdura de hoja verde. Final corto, algo alcohólico. Algo sobrevalorado. Un vino muy correcto con un precio algo elevado.





Si algo quedó patente tras esta cata es la gran variabilidad del "concepto roble". La DO. Ribera del Duero concede una libertad casi absoluta a las bodegas, en cuanto a productividad por hectárea, tiempo de permanencia en madera, edad de la barrica y grado de tostado de la misma. La consecuencia directa son las marcadas diferencias entre los vinos catados, no tanto a nivel visual donde las similitudes eran evidentes, sino en fase olfativa y gustativa. En unos el protagonismo era para la fruta (Torremorón, Nexus), mientras que en otros era para la crianza (Clea, Nabal), sin faltar los vinos bien equilibrados en ambas (Figuero). La tanicidad y la astringencia estaba presente en todos, aunque en algunos llegaba a incomodar ligeramente. Lo mismo puede decirse de la acidez y de la sensación alcohólica. De nuevo las diferencias en las opiniones de los asistentes, arrojaron un resultado muy repartido a la hora de elegir el vino ganador de la noche.

Cuestión de gustos...




NOTA:
Parece que fue ayer, pero ya han pasado más de dos años desde que escribimos en este blog otra entrada relacionada con los robles de Ribera del Duero. En aquella ocasión fue una comparativa entre el Protos Roble y el Señorío del Cid Roble, con una reflexión final acerca de nuestras sensaciones con los tintos elaborados por Bodegas Osborne en diferentes zonas geográficas alejadas de su Andalucía natal. Puede leerse en este enlace.