miércoles, 9 de noviembre de 2016

> Vinos de Extremadura, grandes desconocidos...






Tienen en común Extremadura y Aragón esa humildad ancestral que tanto nos lastra a la hora de difundir y dar a conocer nuestras riquezas y valores. Nuestro reciente viaje a tierras extremeñas nos permitió conocer una región con numerosos atractivos, no sólo culturales, históricos y paisajísticos, sino también desde el punto de vista humano. Extremadura no sólo son dehesas interminables y campos de cultivo que se pierden en el horizonte, el norte de la provincia de Cáceres es una sucesión de valles verdes cortados por barrancos (gargantas, los llaman allí) por los que el agua fluye durante todo el año, permitiendo cultivos exigentes en cuanto a sus necesidades hídricas, como el de la cereza en el Valle del Jerte o el de los pimientos con los que se elabora el famoso pimentón de la Comarca de La Vera.


Selección de vinos de Extremadura

No obstante, en lo que a la producción de vinos se refiere, debemos trasladarnos algo más al sur, más concretamente hasta Trujillo. Allí se asientan Bodegas Habla, elaboradoras de los que quizás sean los vinos extremeños más conocidos. Sin embargo, por la cantidad de información recopilada y por lo detallado de la cata de sus vinos, dejaremos los detalles de nuestra visita a Bodegas Habla para una entrada posterior, y seguiremos viajando más al sur, hasta la localidad de Almendralejo, ya en la provincia de Badajoz, donde se ubican Bodegas Sani, autoras de dos atractivos vinos blancos, seductores y femeninos. 


Árabe 2015

El primero de ellos recibe el nombre de Árabe 2015 y su presentación no puede ser más bonita. Botella azul con una decoración que bien podría recordar a alguna puerta interior del granadino palacio de La Alhambra . La calidad de cápsula y corcho es francamente mejorable, pero tal circunstancia pasa a un segundo plano cuando se prueba el vino. Monovarietal de Sauvignon Blanc, tal vez la variedad blanca más elegante que existe, es de una amarillo verdoso con reflejos dorados. Todas las frutas tropicales del mundo están en fase olfativa, predominando el mango y el albaricoque. En boca es pura suavidad, adornada por ese resto de carbónico que se conserva al detener mediante frío la fermentación. Todo no puede ser, así que el postgusto resulta demasiado corto, alarmantemente breve y poco evocador. Algo decepcionante este final para un vino más que correcto en el que tal vez habíamos depositado demasiadas expectativas.


Etiqueta del Primavera 2015


Su rival en esta cata comparada fue el Primavera 2015, mayoritariamente Chardonnay aunque complementado con un porcentaje no declarado de Moscatel, ensamblaje del que resulta un blanco semidulce verdaderamente fácil de tomar. Exteriormente nada tiene que ver este vino con el anterior. Botella tipo Riesling con cápsula verde y etiqueta escasamente atractiva. Dorado de media intensidad con reflejos verdes. Muy frutal (manzana, pera, ciruela amarilla) y seductor en fase nasal. Agradable en boca, ayudado por esa pizca de moscatel que le da untuosidad y dulzor al conjunto, así como por ese resto carbónico (natural o añadido?) que le confiere vivacidad y le permite no resultar empalagoso. Muy corto en el postgusto, quizás algo "tuneado", pero sin duda agradable.


Los Ibéricos, profesionalidad y calidad en el centro de Cáceres

Concluiremos esta breve entrada dedicada a los vinos de Extremadura, comentando nuestra opinión acerca de un tinto, novedoso y desconocido para nosotros, adquirido en un comercio situado en la estrecha calle Paneras de la llamada Judería Nueva del centro de Cáceres. El comercio tiene el inolvidable nombre de Los Ibéricos y allí nos dirigimos (amablemente asesorados por el personal del Hotel La Boheme en el que estábamos alojados) con la intención de adquirir algunos productos. Nada más franquear la puerta, accedimos al "Reino de Inés", porque así se llamaba la responsable de la tienda, quien tuvo la amabilidad de responder a cuantas cuestiones le formulamos acerca de jamones, paletas, embutidos, quesos y (por supuesto) también vinos.


Palacio Quemado Crianza 2013

Completamente entregados a sus explicaciones, adquirimos una botella del tinto Palacio Quemado Crianza 2013, 100% Tempranillo, DO. Ribera del Guadiana, elaborado por Bodegas Alvear, originarias de tierras cordobesas, en sus instalaciones de Alange, localidad situada entre Mérida y Almendralejo. Botella bordelesa de color verde aceituna, con cápsula color cobre y tapón de corcho natural de calidad correcta. Sencilla etiqueta sobre fondo blanco con caligrafía anaranjada. Visualmente de color rojo cereza de capa media-baja con ribete rubí. Frutillos rojos, flores azules y hoja de tomate en nariz. Mineral y férrico. Melocotón desecado, caramelo y azúcar quemado. Lágrima media no pigmentada de rápida caída. Vino de trago largo, muy equilibrado en alcohol, tanicidad y acidez. Finamente especiado, con recuerdos a canela y pimienta blanca, gracias a sus 9 meses en barrica de roble francés y americano. Postgusto medio-largo. Un vino muy conseguido y una estupenda recomendación.



Interior de Los Ibéricos: "El Reino de Inés"


Extremadura y sus vinos, ahora un poco menos desconocidos. En una próxima entrada todos los detalles de la visita a Bodegas Habla.

Hasta pronto... 






1 comentario:

  1. "Tienen en común Extremadura y Aragón esa humildad ancestral que tanto nos lastra a la hora de difundir y dar a conocer nuestras riquezas y valores."
    Esa manera de comenzar tu artículo es excelente además de cierta.
    Gran trabajo como siempre Paco

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